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19 feb 2014

Restauración de patio de luces o tragaluz

Muchos edificios disponen de tragaluces o patios interiores de diversas medidas, formas y accesos, pudiendo albergar estos en su interior todo tipo de instalaciones como pueden ser: tubos de desagüe, instalaciones eléctricas, cableado de telefonía, canalizaciones de agua, salidas de humos de cocina y gases de caldera, etc... 

Estas características definen el entorno laboral donde debe realizarse una intervención, y condicionan seriamente las medidas de seguridad a tomar en cuenta por parte de la empresa y de sus trabajadores en la prevención de riesgos
Muchos de estos tragaluces y/o patios de luces, dependiendo de sus características y accesos pueden llegar a considerarse como un  espacio confinado. Realizar trabajos en estos espacios en concreto supone un riesgo añadido para aquellos trabajadores que deban intervenir en los mismos y será de vital importancia tomar las medidas preventivas necesarias con el máximo rigor y eficacia para garantizar su seguridad. 

Este post, muestra nuestra intervención realizada en un tragaluz de este tipo, el cual debido a sus reducidas dimensiones, a su complicado acceso y todavía más importante, a su difícil evacuación por parte de los trabajadores, debe ser considerado como un espacio confinado en toda regla.

Antes de nuestra intervención, en este tragaluz interior en concreto existían varias patologías que se pueden resumir básicamente en dos puntos: 

1-. En primer lugar era necesario sustituir un injerto de doble derivación del tubo de desagüe bajante de p.v.c. Este injerto canaliza las aguas grises y residuales de la vivienda situada en los bajos del tragaluz y presentaba un gran escape de las mismas a través de una fisura.
Este escape ya había ocasionado a parte de malos olores, desperfectos en otras zonas del tragaluz, debido a las humedades acumuladas durante un largo periodo de tiempo. 

2-. Por otro lado, el paramento vertical revestido con mortero de cemento y protegido con pintura plástica presentaba gran cantidad de moho y verdín.
Estos microorganismos se desarrollan principalmente en entornos sombríos con una relativa concentración de humedad y de poca ventilación como este, donde el mal estado y la baja calidad de la pintura antiguamente aplicada, facilita el anclaje y desarrollo de los mismos.

Otra de las causas acelerantes del deterioro del paramento vertical es la ausencia total de un vierte aguas superior y que además el tragaluz se encuentra totalmente abierto por su parte superior, es decir, no dispone de ninguna protección contra la lluvia, como por ejemplo, algún tipo de cubierta o cerramiento parcial mediante placas de poliéster sintético o policarbonato celular que garantice a la vez una correcta ventilación.
Para realizar este trabajo, se ha utilizado un sistema de acceso mediante cuerdas y teniendo en cuenta los riesgos añadidos descritos anteriormente, éste se ha complementado con un sistema de rescate adicional que garantiza la seguridad de los trabajadores eficazmente. 
Una vez practicado el acceso al interior del tragaluz con todas las garantías en cuanto a la seguridad de nuestros operarios, se realiza la sustitución del injerto de doble derivación deteriorado del tubo bajante de p.v.c. 
Después de sustituir el injerto del tubo bajante, se procede a sanear los muros de suciedad, verdín, mohos y partículas de materiales mal adheridos, y a continuación se aplica una disolución química anti moho y bactericida, para eliminar el micelio (entramado de raíces) de todos los microorganismos anclados en la red capilar del paramento vertical, evitando así su nuevo desarrollo y por lo tanto el deterioro prematuro del nuevo tratamiento de restauración.
Con las superficies a tratar ya saneadas y desinfectadas, se procede al relleno de fisuras mediante la aplicación de masilla plástica flexible de gran adherencia especial para restauración y ambientes extremos. También se reparan otros desperfectos del paramento vertical mediante la aplicación de morteros tixotrópicos de reparación.
Por último, se protege toda la superficie aplicando dos capas de pintura tixotrópica, sin tensión, con buena capacidad para resistir los ataques de diferentes microorganismos en el futuro y conservar así su buen estado inalterable durante un largo periodo de tiempo.
El empleo de los conocidos como trabajos verticles en la ejecución de este tipo de trabajos es ideal y supone una gran ventaja económica para los propietarios del edificio, ya que sin dejar la seguridad laboral de lado y siempre y cuando se realicen por parte de profesionales, se consiguen acabados de obra de calidad sin el montaje y acarreos de costosos andamios, además eliminan también la necesidad de crear accesos secundarios improvisados por el interior de las viviendas que causan graves molestias y perjuicios a los propietarios de las mismas.

Hoy en día los trabajos verticales son una técnica de trabajo eficaz y totalmente contrastada.

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